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Mostrando entradas de 2007

Lluvia.

Sigue lloviendo y no para . Hace unas cinco horas que empezó a llover. Las nubes colapsaron todas a un tiempo, disolviendo su tensión y anegando el patio, las veredas, golpeando sobre las azoteas. Todavía no ha amanecido. El sol, miedoso, ha ocultado su día. Un color incierto, entre gris y humo, está plasmado en el cielo. El invierno del sur avanza desde el mar hasta la ciudad dormida. Los sábados se dilantan las mañanas bajo las sábanas tenues, y el cuerpo vuelve al sueño, a no querer despertar, a entregarse a esa dimensión que extraña parecida a una eternidad.

Felinos y otras felicidades.

Felinos y otras felicidades. Los felinos somos semidioses descendidos de un lugar luminoso del cosmos. Podemos estar quietos como estatuas de piedra, con nuestra mirada fija, trascendental, o movernos sinuosamente entre objetos delicados, tales como los de cristal, sin hacerlos caer, ni tan siquiera temblar. Cuando dormitamos, estamos en realidad alertas; cuando, en vigilia, parecemos dormir. Innatos intérpretes de pensamientos e intenciones humanas, somos capaces de adelantarnos a la acción más repentina e imprevisible de nuestros dueños.Pero además de felinos, somos la "felinidad" que es un estado particular del ser al que algunos humanos lorgran acceder por momentos. Intentan de poner el alma, el espíritu y el cuerpo en equilibrio, estando a la vez en lo real, y en otra dimensión---hipnótica---de la existencia. Para ellos, nuestra "felinidad" es paradigma de una manera de andar por el mundo, a la vez que cauta, valiente, al tiempo que ingenua, sabia, y que es cap...

Cuentame tu sueños.

Cuentame un sueño. Puede ser reciente o lejano, algo ocurrido mientras dormías o algo que deseas que ocurra. ¿Quién eras en tu sueño? ¿Quién o quienes te acompañaban? ¿Qué pasaba? ¿Dónde ocurría todo? ¿Qué estaba ocurriendo cuando te despertaste?

Poema.

5. Lo que tu eras y yo pude haber sido ya no existe. El pasado fue todo deglutido por las fauces audaces del incendio que irrumpe desatado y quema toda forma, toda certeza antigua y anacrónica, uno a uno, los mitos ya viejos, transitados. Así es que hoy estamos nuevamente desnudos en el Edén transido. Hemos atravesado cuarenta y cinco abismos, infiernos, veintiocho, cavernas, veinticinco. De ellos se han borrado las pistas y el sentido y queda solamente intensa la existencia que niega toda muerte; una antigua canción. Teresa Porzecanski /" palabra líquida ", Atico Editorial, Montevideo, 2006.

Otoño en Montevideo

La ciudad agrisada, enfriada por los vientos del sur, se apresta a entrar en el invierno. No quiere, se resiste, quiere escapar, pero igualmente allí, amanece en espurea ambivalencia, sin querer despertar. Lejano sol apenas entibia el comienzo de la mañana de este lunes. Estamos así desnudos, vulnerables, arrojados al transcurso otoñal, sin más.