Felinos y otras felicidades.
Felinos y otras felicidades.
Los felinos somos semidioses descendidos de un lugar luminoso del cosmos. Podemos estar quietos como estatuas de piedra, con nuestra mirada fija, trascendental, o movernos sinuosamente entre objetos delicados, tales como los de cristal, sin hacerlos caer, ni tan siquiera temblar. Cuando dormitamos, estamos en realidad alertas; cuando, en vigilia, parecemos dormir. Innatos intérpretes de pensamientos e intenciones humanas, somos capaces de adelantarnos a la acción más repentina e imprevisible de nuestros dueños.Pero además de felinos, somos la "felinidad" que es un estado particular del ser al que algunos humanos lorgran acceder por momentos. Intentan de poner el alma, el espíritu y el cuerpo en equilibrio, estando a la vez en lo real, y en otra dimensión---hipnótica---de la existencia. Para ellos, nuestra "felinidad" es paradigma de una manera de andar por el mundo, a la vez que cauta, valiente, al tiempo que ingenua, sabia, y que es capaz de recibir las señales ocultas de los designios humanos.